top of page

CARTA DE UNA ESPOSA… A  SU FUTURO EX _ ESPOSO

Te estoy escribiendo esta carta para manifestarte que he decidido dejarte, para bien de los dos.

 He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo mostrar nada bueno que me haya tocado a mí.

 Estas dos últimas semanas han sido un infierno:

 Tu jefe llamó para decirme que habías renunciado al trabajo hoy, y eso fue lo máximo que pude soportar.

 La semana pasada, viniste a casa y no me mencionaste nada acerca de mi corte de cabello y el arreglo de mis uñas;

 cociné tu comida favorita y hasta usé un nuevo negligé.

 Llegaste a casa y comiste en dos minutos, y te fuiste directo a dormir después de ver el partido de fútbol.

 No me dices más que me amas, no me tocas ni nada.

 O me estás engañando con otra o no me amas más.

 Cualquiera que sea el caso, me quiero ir, te abandono.

 P.D. No trates de buscarme...

 Tu hermano y yo nos mudamos a Entre ríos juntos.

 Que tengas una buena vida.

 Tu ex-esposa.

 

RESPUESTA....

Querida Ex-esposa:

 Nada me hubiera causado mayor alegría que recibir tu carta.

 Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido una buena mujer.

 Todo lo contrario.

 Yo miro mucho los juegos para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes.

 Qué malo que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba.

 Yo si noté que te habías cortado tu cabello, y la primera cosa que me vino a la mente fue:

 '¡¡¡Luce como un hombre!!!'

 Pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.

 Cuando cocinaste mi comida favorita, debes haberme confundido con mi hermano,

 Porque yo dejé de comer cerdo cocido, hace casi 7 años.

 Me fui a dormir cuando te pusiste ese negligé, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda.

 Recé pidiendo que fuera coincidencia que mi hermano me pidió prestados $ 500 esa misma mañana

 y la etiqueta de tu negligé marcaba $ 499.

 Después de todo esto, como todavía te amaba, sentí que todavía podíamos resolver lo nuestro.

 Así, que cuando descubrí que me había ganado el loto de 2.500 millones de Pesos,

 Renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti, y además compré dos boletos para Europa.

 Pero cuando llegué a casa, tú te habías marchado...

 Todo ocurre por una buena razón, creo.

 Espero que tengas la vida que siempre deseaste.

 Mi abogado dice que por la carta que me dejaste, no recibirás ni un centavo de mí.

 Así que cuídate mucho.

 P.D. No sé si alguna vez te comenté esto antes, pero mi hermano, Carlos, cuando nació, se llamaba Carla.

 

ANONIMO

 

ME ENAMORO MAS

 

 Tan rápido me enamoran esos rayos rojos

pero más tu piel con olor a canela, a pino

tus labios a semental ardiente y apasionado...

 ¡Ah!, cómo me enamoro de rápido...

Así veloz como los rayos de la luna en el desierto,

así fugaz como tus miradas altaneras.

 ¡Cómo me enamoro de fácil!...

Será  locura que arde en mis cimientes

las cenizas de un ayer volaron... ¡que se larguen!,

¡fuera ese maldito ayer que marchó contigo!

 Me endulza ver las primaveras...

Observar  abrir una flor temprano cuando el iris pasa,

cuando la lluvia deja una gota de rocío en mi ventana...

 ¡Qué fácil es enamorarme de todo!...

Pero más me enamora el púrpura que sale de los cerros,

el que me anuncia que vendrá una tormenta de abrazos y besos.

 Me pierdo y cierro los ojos,

las delicias me persiguen;

ese calor que sube y baja como corriente de fuego,

ese andar liviano de mariposas en vuelo sobre mi vientre...

 ¡Cómo me enamoro de fácil, de veloz como el rayo!

Pero más me enternece ver salir un ave de su nido,

divisar un alcatraz veloz, como si cortara la corriente,

y elevarse esas olas magníficas... y perderse temprano

ante la admiración de todo lo creado tan maravilloso  y efímero.

 Creo que estoy ardientemente enamorada de tus manos…

Ellas son quienes me llenan de locuras día a día,

Unos dedos mágicos que dibujan en el estero lo que deseo…

Que sobre mi balcón  hace que penetre la luna en verano,

y el sol de eternos rayos me fustigue de calores.

 ¡Aquí estoy...!  Soy solo tuya...

Bésame, tómame, deléitate que soy una llama encendida

que sólo se apagará cuando llegues,

y marchará veloz con la sonrisa lejana de las olas

cuando arrogantes besen las rocas y se entreguen.

 Raquel Rueda Bohórquez

bottom of page